“Un día entre en la clase llevando en mis brazos a un niño de cuatro meses que había tomado de los brazos de su madre, al atravesar el patio. (…) El silencio de esa criatura me causo una impresión profunda y quise hacer partícipes de mis sentimientos a los niños. “No hace ruido” dije y para bromear, añadí: “Mirad como tiene fijos los pies… ninguno de vosotros sabría hacerlo”. Observé con estupor una tensión en los niños que me miraban: todos pusieron los pies juntos e inmóviles.

Parecía que estaban pendientes de mis labios y que sentían profundamente mis palabras. “Pero que delicada es su respiración”, continué, “Ninguno de vosotros podría respirar como él, sin el más leve rumor…” Y los niños, sorprendidos e inmóviles, contenían la respiración.

En aquel instante reinó un silencio sepulcral, comenzó a oírse el tic-tal del reloj, que generalmente no se oía. Parecía que aquel pequeño hubiese aportado una atmósfera de intenso silencio, como no existe en la vida ordinaria. En aquellos instantes, nadie realizaba el más pequeño movimiento. De ello nació el deseo de encontrarse en aquel silencio, y reproducirlo.»

Maria Montessori, El secreto de la infancia.

El Juego del silencio

 

El juego del silencio, como su nombre indica, consiste en permanecer en silencio  y quietos (para no emitir ningún ruido) durante un tiempo determinado.

Para iniciar el juego se puede emplear una campanilla o una vela. A mi personalmente me gusta mucho en uso de una vela, me parece que inicia el juego de forma muy linda y me gusta la sensación de espiritualidad que aporta.

Los niños se sientan en circulo en el suelo, o si es en silla es importante que lleguen con los pies al suelo.

La profesora o persona que esta con los niños  se aleja, y tras unos minutos  de silencio y quietud ( el tiempo depende de la práctica de los niños en este juego) susurra en nombre de cada niño. El niño se levante sin hacer ruido y se reune con la profesora.

Es importante que la profesora o persona encargada del juego este lejos de los niños, para que estos no le puedan leer los labios y se concentren en oir el silencio.

«Desarrolla la disciplina interna del niño con el Juego del Silencio»

Este es uno de los juegos mas comunes en las escuelas que aplican el método montessori.

 

Puntos importantes para el juego del silencio:

 

  • Para que un niño se mantenga quieto primero tiene que poder controlar sus movimientos. Los juegos con movimiento hay que practicarlos antes que el juego del silencio. El pequeño tiene que saber controlar su cuerpo para poderse quedar quieto.
  • El juego del silencio aporta al niño sensación de alegría y autosuficiencia.
  • Como explico en la imagen, el niño desarrolla su disciplina interna, autocontrol, paciencia, tolerancia, relajación y refinamiento del oído.
  • Una vez que el niño/s estén preparados para este juego, hay que ir poco a poco, aumentando el tiempo en silencio y quietud.

 

Te invito a darle un vistazo a la Escuela Montessori Para Padres donde mes a mes recibirás nuevas propuestas de juegos como estos y en vídeo, así como actividades que puedes realizar en casa para que tus hijos realmente entiendan las matemáticas, le vean sentido y les divierta, mejoren su lectoescritura y también actividades de vida práctica para que tengan una autoestima y percepción de si mismo muy buena. Dale un vistazo que estoy segura que te va a encantar 🙂

Escuela Montessori Para Padres

 

 

Guía Montessori de Casa de Niños y Formada por la AMI (Association Montessori Internationale, fundada por la Dra Maria Montessori) como "Children's House Assistants". Soy educadora de familias de Disciplina Positiva certificada por la Positive Discipline Association. También soy madre de tres niños a los que les transmito la filosofía montessori día a día fomentando su confianza, autonomía, autodisciplina y libertad. Creo que las capacidades de los niños en sus primeros años son un tesoro, y que nosotros tenemos la oportunidad de guiarles para que logren ser la mejor versión de sí mismos. Este es un mundo apasionante, descubrir y fomentar las capacidades de tu hijo no tiene precio, como no tiene precio su sonrisa.